¿Qué no me voy al Sol? ¡Pues me voy para Africa!
Nada, que del Sol ni la hora, pero visto lo visto, se había montado un viaje a África.
Oye, que al parecer, a los africanos les oprimíamos para sacarle los recursos y había que recuperar una especie de bunker que teníamos montado por allí, así que, el primero en subirme a la nave he sido yo.
Ibram. Decidme si el cabronazo no impone.
La verdad que el viaje fue bastante largo, hombre, de dónde estábamos hasta África hay un trecho, pero la cosa se puso bastante interesante por que eramos un grupo muy variopinto de peña. El más interesante era un tal Ibram no sé que, que iba con nosotros, a.k.a. el Cuernos. El tio imponía, y además, repartía ostias como panes, así que era un honor estar a su lado. Más que nada por que si alguien se te venía al humo te iba a defender.
La cuestión es que llegamos a África y allí había una serie de hombres que iban a defender a muerte su bunker. Y la que les cayó fue buena.
Aquí se puede ver la somanta a ostias que les cayó a los pobres muchachos.
Supongo que la arena del desierto también jugó a nuestro favor, ya que la mitad de sus armas se encasquillaron, y en ese momento, entre el Cuernos y Blake y los demás que habían ido, les cayó una soberana paliza, y además, una vez despejado el asunto, se pudo recuperar un montón de recursos para los tuercas y cerebritos, que iban a estar más que contentos con todo lo que les traíamos de vuelta.
A la vuelta, mientras volábamos a mil por hora, he tenido la oportunidad de hablar con uno de los prisioneros, para ver por que estaban tan enfadados con nosotros, y al parecer, una serie de empresas les explotaban y les pagaban una miseria por el trabajo realizado.
La verdad es que me ha dado mucha pena. Todos tenemos derecho a un trabajo justo y a la paga por dicho trabajo.
Investigaré quién estaba detrás de todo eso, y la verdad saldrá a la luz.
